Llevo años usando las Prim porque son las mejores cuerdas metálicas para mis tres violines. Ofrecen un sonido brillante y equilibrado en toda la tesitura, pero con un toque de calidez sorprendente. Son de respuesta inmediata, y muy estables en cuanto afinación, perfectas para música tradicional como el country y la irlandesa/escocesa, incluso para flamenco.
Aún siendo de tensión media, se sienten con una tensión superior comparadas con otras cuerdas de tensión media.
Por su fabricación, el entorchado es algo rudo, por lo que tienen un tacto un tanto áspero (entorchado de acero cromado sobre base maciza de acero). Por ambas cosas, resultan más complicados los cambios de dinámica y pierden un toque de sensibilidad, por lo que no puedo recomendarlas para estilos como el clásico (Prim se especializa en instrumentos tradicionales como es la nyckelharpa).
Por lo demás, son tremendamente duraderas (he llegado a usar un mismo juego durante ¡un año! sin perder calidad sonora), muy resistentes a la corrosión, fáciles de limpiar y sencillas de ajustar al instrumento (aunque esté acostumbrado a tripa o sintéticas). Un producto perfecto para "fiddlers" y otros estilos como el folklore español, el klezmer, la música balcánica o el flamenco.