Behringer SF300 Super Fuzz

Para mi gusto... Simplemente magnífico. El hecho de que esté fabricado con plástico no lo veo un inconveniente, pues es bastante duro y robusto. Me encanta el ruido que hace incluso cuando el canal del ampli está en limpio.
Tiene un interruptor con hasta 3 posiciones, a saber: FUZZ 1 (que no lo he usado mucho, la verdad) FUZZ 2 (que es el que uso normalmente y me fascina el sonido que consigo sacarle) y BOOST, que pareciera como un potenciador del sondido pero en limpio, aunque se le puede meter ganancia con las tres rulas de ecualizador del gain, ademas de tener para ajustar low and treble. El level no lo llego a subir del todo porque emborrona mucho el sonido, aunque también depende para lo que lo quieras usar, si por ejemplo te mola el noise no dudes en subirselo al máximo... yo normalmente no lo subo a más de la mitad.
En definitiva, no tengo absolutamente nada malo que decir sobre este pedal.

Hay que decir que no es un pedal para todo el mundo, pero si te gustan el doom metal y stoner, es 100% recomendable. Es una absoluta bestia, pero hay que encontrarle su punto. El modo 1 es tal vez el más aprovechable y donde es más fácil sacarle un sonido. El modo 2, su única razón de ser es (para mi gusto), con el gain a tope. En un canal limpio puede sonar con poco cuerpo, es recomendable usarlo en un canal sucio con el gain suave o a medio recorrido, y ya si lo empujas con un overdrive suena a gloria bendita (si estás metido en el rollo Electric Wizard, Windhand, incluso Sunn O)))), no intentes otra cosa).

A pesar de que la carcasa es de plástico, se ve bastante resistente y el recorrido de la presión es inferior a la de los Boss, por lo que no es necesario pisar tan fuerte. Los mandos son quizá lo más endeble y cuesta un poco llegar a los de agudos y graves.

Si este pedal costara 100€ la crítica sería muy distinta. ¿Significa esto que es un mal pedal? No. Cumple con su función y el sonido que aporta es más que satisfactorio.

Antes de continuar, he de decir que yo utilizo este pedal como efecto para mi sistema de síntesis modular. O, dicho de otra manera, no tengo ni la más remota idea de cómo es con una guitarra.

Conectado a la salida de mis osciladores, antes del filtro, aporta un sonido denso y ruidoso que me encanta. Tiene suficientes parámetros como para lograr gran cantidad de sonidos distintos.

Ahora bien, la construcción sufre el precio y que sea de plástico le da aspecto de juguete.

En definitiva, si quieres un buen efecto a un buen precio, te aconsejo este pedal.

Si eres principiante, amante de los pedales de efectos, o simplemente eres n curioso al que le gusta exprimir pedales de efectos al máximo, este pedal es una opción más que recomendable para ti.

Es barato, fácil de usar, y pesa poco, lo que te facilita el transporte. Al principio te da la impresión de que es un juguete, debido a que está hecho como de plástico. Pero al cabo del tiempo te das cuenta de que es un pedal bastante resistente que dará guerra bastante tiempo.

Sobre el sonido, bueno, es un Super Fuzz. Te dará ese clásico sonido sucio y distorsionado tan usado en géneros como el grunge, el punk, el noise, etc.

Si quieres empezar a usar pedales, esta es una de tus mejores elecciones.

Llevo usando el pedal de Fuzz Behringer SF300 durante dos años y honestamente, es un equipo imprescindible para cualquier guitarrista. Su sonido es potente y versátil, capaz de producir desde un rugido profundo hasta tonos brillantes. He explorado una amplia gama de estilos y géneros con este pedal, y nunca deja de sorprenderme. Además, su construcción robusta ha resistido innumerables sesiones de práctica y actuaciones en vivo. En resumen, el Behringer SF300 es un pedal de fuzz excepcional que ofrece un sonido potente y una versatilidad inigualable. Aunque puede que no sea perfecto para todos, personalmente lo encuentro muy útil y lo recomendaría a cualquier guitarrista que busque expandir su paleta de sonidos