2. El piano

En la mayoría de escuelas de música se ofrece el aprendizaje del piano a partir de los 6 años. Una orientación musical básica (ver nuestra guía online sobre educación musical elemental) puede ser de gran ayuda, pero no es necesario para aprender con éxito a tocar este instrumento. El repertorio musical, dentro del marco de la formación, es estilísticamente amplio, abarcando desde el Clásico al Romántico y hasta el Rock y el Pop. Básicamente el piano pertenece a los instrumentos que más flexibilidad de aplicación ofrece, y por eso tan popular tanto entre la gente joven como entre los más mayores. Y opcionalmente los pianistas siempre tienen la posibilidad de tocar alternativamente los teclados, el órgano, ampliándose todavía más el repertorio. En cuanto a la inversión a realizar para hacerse con uno de estos instrumentos, encontramos pianos de segunda mano a partir de unos 900 euros, mientras que ya hay instrumentos nuevos por unos 1500 euros.

Antes de la compra debemos tener claro que el piano es un instrumento con un volumen relativamente alto. Aunque oficialmente (al menos en Alemania) está permitido el uso doméstico para aprendizaje al menos dos horas diarias, es recomendable avisar a los vecinos previamente ante la inminente adquisición de un piano. Eventualmente también se pueden apalabrar con ellos unas horas concretas de práctica. ¡Esto puede ahorrar mucho estrés! Aunque los pianos clásicos también disponen de una pedal con efecto de sordina, que por otra parte resta prestaciones a nivel sonoro y también artístico. En este punto debemos indicar que existe también una modalidad silenciosa en este tipo de instrumentos. Estos instrumentos tienen una mecánica similar a la de los pianos clásicos, la llamada mecánica de martillos, pero la generación de sonido proviene de un motor electrónico regulable en volumen, capaz incluso de derivar el sonido a una toma de auriculares. Combinan una acción de martillo y de cuerdas mecánica sin compromisos, generando el sonido de forma digital. Si deseas tocar en silencio con auriculares, una palanca eleva los martillos lejos de tocar las cuerdas, lo que elimina cualquier ruido acústico. Los sensores detectan el movimiento de martillo y el sonido digital te permite seguir tocando. La ventaja está a la vista: Es posible practicar sin molestar a terceros y sin necesidad de renunciar al comportamiento de los pianos clásicos. También tiene una desventaja: Acercarse con relativa fidelidad al comportamiento real de un piano clásico no es barato.

Klaviere

Si el coste y el ruido siguen siendo un problema, un piano digital puede ser la mejor alternativa. Mientras que en la actualidad hay algunos modelos muy baratos en el mercado, es generalmente cierto que cuanto más se gasta, mejor será la calidad del sonido y más realista la acción del teclado. Los pianos digitales generalmente también vienen con una gama de sonidos de otros instrumentos como piano eléctrico, clavicémbalo, órgano y clavicordio, junto con efectos como Reverb, Chorus y Delay, además se pueden utilizar con software musical en un ordenador si tiene conexiones USB o MIDI. Para alguien que empieza en el piano, una solución digital es una buena alternativa a un piano tradicional y, en el extremo superior del rango de precios, la emulación se acerca bastante a la realidad. Solo nos resta recomendaros la lectura de nuestra guía online sobre pianos.

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