3. El concepto de monitor de campo cercano

Monitores de estudio – queremos profundizar algo más, con esta guía online, en los „monitores de campo cercano“, que en general son tan necesarios para la escucha del material de audio registrado y mezclado en los estudios de grabación. ¿Pero qué es lo que diferencia a un monitor de campo cercano de un altavoz normal? Si echamos primero un vistazo a ciertos términos, todo será más sencillo de entender:

Monitor

La palabra monitor proviene del latín, y significa algo así como vigilar. Y como ya hemos comentado arriba, con un monitor de estudio queremos vigilar o controlar el sonido de una grabación y su tratamiento final.

Campo cercano

Cada espacio, al igual que cada sala de control y de grabación de un estudio, posee, debido a las reflexiones de sonido, su propia acústica. Cada pared, cada pieza del mobiliario o la naturaleza de cada superficie, influye en la acústica. De modo que la acústica en un estudio no optimizado acústicamente, resultará un factor difícil de calcular en la cadena de grabación, que debería ser lo más amortiguada posible. Pero como las propiedades acústicas del aire son las mismas en cualquier sala, se debería poder encontrar un espacio donde no se escuchen las reflexiones. Ese espacio, donde el sonido directo y el sonido reflejado de las distintas superficies no uniformes tienen el mismo nivel, se denomina radio de reverberación.

Radio de reverberación

Dentro del radio de reverberación domina el sonido directo, mientras que fuera del radio predomina el sonido reflectado. El tamaño del radio de reverberación depende de la acústica de la sala, y de la dirección de efecto de los altavoces. Cuanto menor es el volumen de la sala, y más fuerte sea reflejado el sonido de la misma, menor será el radio de reverberación. Además hay que tener en cuenta que el radio de reverberación en la reproducción de los altavoces depende de la frecuencia. Los altavoces dirigen fuertemente las frecuencias agudas, mientras que las frecuencias graves se dispersan en todas direcciones. El radio de reverberación es mayor en frecuencias agudas que en graves. El radio de reverberación se deja ampliar a través de la optimización acústica, y por medio de absorbentes y difusores. Los absorbentes disminuyen los ecos. Las reflexiones resultan así menos marcadas. Los difusores dispersan las reflexiones restantes de forma espacial, temporal y de fase. Las resonancias ofrecen con ello menor influencia en la coloración de la reproducción de los altavoces.

En fin, ¿Y qué tiene esto que ver con el campo cercano? No, te rías, pero ¡no tiene nada que ver con eso! El término monitor de campo cercano, realmente no ha sido correctamente escogido. Campo cercano y lejano son una característica del campo sonoro generado por la fuente sonora, y es independiente de la acústica de la sala. Se trata de un término de técnica de acústica y para el técnico de sonido es menos interesante. Sería mejor realmente el llamar a estos altavoces monitores de campo libre o directo. Pero con el paso de los años esta falsa terminología se ha ido imponiendo, de modo que vamos a aceptarlo y quedarnos con el nombre de monitor de campo cercano.

La idea del monitor de campo cercano está en proyectar en la posición de escucha el sonido directo de la mejor manera, es decir, dentro del radio de reverberación. Con ello las influencias de la sala pueden ser claramente minimizadas. En el rango de agudos y medios, esto funciona realmente bien. En rango de graves, el radio de reverberación en las salas típicas, y debido y su dispersión no direccional, es relativamente pequeño. Por este motivo, para el rango de graves es casi imposible establecer una posición de escucha dentro del radio de reverberación. Aquí dominan la imagen sonora las influencias de la sala, como las resonancias, especialmente cuando la sala no se ha tratado suficientemente en el rango de frecuencias graves. Debido a la, en comparación, cercana posición de escucha, la construcción de los monitores de campo cercano es relativamente pequeña. Es muy típico encontrarlos con recintos Bassreflex y con altavoces de graves en tamaños de 4,5", 5", 6, 7" u 8“. Por causa de su reducido tamaño en volumen y en los drives, por principio ofrecen una más reducida respuesta en graves que los grandes monitores de sonorización. Pero por norma general, el rango de frecuencia que ofrece un monitor Bassreflex con altavoz de 8" es suficiente para la mayoría de las aplicaciones.

En relación con su construcción, los monitores de campo cercano no se diferencian mucho de los altavoces HiFi. Es más bien el concepto de sonido lo que hace la diferencia. El diseño de los altavoces HiFi suele enfocarse, en primera línea, a una estética atractiva. El oyente desea disfrutar de la música al máximo nivel posible. Agudos suaves y un grave fulminante es lo que frecuentemente se demanda en la reproducción musical. En el estudio, sin embargo, reina una filosofía de sonido diferente. En este caso no se trata de un sonido placentero, sino de la reproducción sin aditivos en la grabación y la mezcla. El técnico de sonido debe estar capacitado para valorar si la señal que graba y mezcla suena bien o no. El buen sonido, en el caso ideal, proviene desde la misma grabación, y no desde los altavoces. Solo de esta manera es posible realizar mezclas que suenen correctas no solo en la sala del estudio, sino también en cualquier otro sistema de reproducción. El ideal de sonido del altavoz de estudio es por tanto la neutralidad. Los altavoces deben presentar un sonido transparente. Entendemos por transparencia la reproducción no falseada de la señal. El cristal de una ventana normal es transparente, un vidrio de ornamento por el contrario falsea la vista. Los detalles desaparecen, a pesar que de se puedan apreciar las siluetas. Exactamente así hay que entender transparencia también en relación con Audio.

Los monitores de campo cercano, hoy en día, en su mayoría se construyen todos activos. El altavoz pasivo ya ha quedado prácticamente obsoleto. ¿Pero dónde está la diferencia?

KRK R6 G3 (pasivo) - KRK R8 RoKit G3 (activo)

Los altavoces pasivos no disponen de ampliación propia. Para poderlos hacer trabajar, por tanto, necesitan adicionalmente un amplificador apropiado. El separador de frecuencia, responsable de la distribución de las frecuencias agudas y graves, va integrado directamente en el mismo altavoz. Las correcciones de señal, por tanto, deben realizarse desde el mismo amplificador. Esto, puestos a comparar, lo hace más caro, y aunque solo se compongan de bobinas y condensadores, su construcción no es tan trivial. Al menos cuando el separador de frecuencia no debe afectar negativamente para el sonido.

En los altavoces activos el separador de frecuencia se encuentran en la etapa de amplificación, de modo que la posible correcciones son mucho menos complicadas de aplicar. La construcción de los filtros se realiza con componentes de amplificación activos, que hoy en día son mucho más económicos. Los problemas de fase en relación con la frecuencia de corte se controlan mucho mejor con filtros activos. Los amplificadores se encuentran integrados en los mismos altavoces. Por norma general cada chasis posee su propio amplificador. El separador de frecuencia, la etapa y el chasis, pueden ser ajustados entre sí de la forma más óptica por el mismo fabricante. En un altavoz pasivo, al menos el amplificador va a ser desconocido para el fabricante. En definitiva, los fabricantes son capaces de realizar altavoces de gran calidad de construcción activa con menores costes.

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